Probablemente pintada en los alrededores de Fontanay, Paisaje es una de las rarísimas obras, hasta la fecha identificadas y conservadas, producidas en París, y constituye, junto con Autosmorfia, pastel de noviembre de 1900, y la evocadora Escena nocturna y La feria de París, óleos atribuible al mismo lapso de tiempo, documento fundamental de la primera producción de Balla. Aparecido en una subasta francesa en 2007 bajo el título Bosco, el cuadro Paisaje testimonia el amor incondicional del artista por la naturaleza sublime y sus tonos cromáticos expresan un ideal de - sencillez - base de la belleza. El pequeño lienzo enmarca un parche de vegetación, en el que una perspectiva de árboles desnudos emerge del suelo salpicado de hojas rosadas; Protagonista absoluto de la escena, la maleza otoñal se resuelve con el divisionismo libre y personalísimo de Balla, pronto llevado a resultados completamente autónomos, transformada en una preciosa herramienta para obtener movimiento y luz.