Tras trasladarse a Brujas desde el norte de los Países Bajos en 1484, a finales del siglo XV Gerard David heredó de Memling el papel de protagonista indiscutible de la escena pictórica local, pintando tanto obras monumentales para las instituciones religiosas y seculares más importantes como retratos privados y devocionales. pinturas vendidas, en parte en el mercado libre. A este último género se remontan al menos siete versiones diferentes que representan a la Madonna della pappa -entre las que destaca la tabla conservada en el Aurora Trust de Nueva York, considerada el ejemplo más antiguo y de mayor calidad pictórica-, que comparten la misma cartulina o modelo, sustancialmente reconocible en todas las réplicas, realizadas con mayor o menor participación del taller. En la composición, datable de 1510-1515, se han reconocido influencias de impronta lombarda, probablemente derivadas de ejemplos de la Virgen y el Niño que datan de un prototipo de Leonardo del que existen varias variantes realizadas por artistas italianos y nórdicos, de Bernardino de ' Conti al lombardo Ambrogio Benzone o Ambrosius Benson, que en 1519 entró en el taller de David en Brujas. En la interpretación de este tema, ambientado en un interior doméstico e íntimo, los componentes flamencos de la representación parecen prevalecer tanto en el paisaje que se abre en el horizonte como en la minuciosa descripción de los objetos en primer plano: el pan, el cuenco con la leche, el cuchillo y la manzana que parecen aludir respectivamente a un mensaje preciso de contenido eucarístico; así también las cosas cotidianas adquieren un significado diferente y el pan y la leche de la papilla se convierten en símbolo de la Eucaristía de Cristo mientras que el cuchillo prefigura su Pasión.