... teniendo ya con toda diligencia el digno libro de cuadros y movimientos humanos puesto fin...: este pasaje es uno de los primeros testimonios del trabajo de Leonardo en su Libro de Pintura y se encuentra en la carta dirigida por Luca Pacioli a Ludovico Sforza impreso en la "Pars prima" de su Divina Proportione. Pacioli era amigo del "compatriota" Leonardo y lo conoció en Milán en 1496 cuando fue llamado por el duque Ludovico il Moro para enseñar matemáticas públicas. Cuando compiló la Divina Proportione, que se originó, como sabemos por la dedicatoria de la obra, a partir de las conversaciones científicas de ese brillante ambiente que fue la corte de Ludovico il Moro y al que también pertenecía Leonardo, sintió la necesidad de completarlo. con figuras de geometrías necesarias y se valió de la mano muy hábil de Vinci, cuyos dibujos originales guardaba personalmente con él para exhibirlos para la admiración de los visitantes.