En la 9ª Trienal de Milán, Franco Albini presenta una serie de muebles encargados por La Rinascente, incluidos dos sillones de mimbre y caña, que se convertirán, respectivamente, en Gala y Margherita en la producción de Vittorio Bonacina. Su ligera estructura autoportante es un homenaje ejemplar a la tradición de la artesanía popular, la de los cesteros. Albini utiliza un refinado dispositivo de ingeniería de una estructura tensada para dar vida al principio original, pudiendo así crear una forma aérea de asientos que no se basa en el concepto de una estructura a cubrir, sino que hace que el revestimiento en sí mismo sea estructural. sistema.