La idea generadora de este proyecto, que apareció por primera vez en el mobiliario de Casa Albini en 1938, fue encajar los componentes tecnológicos de la radio entre dos gruesas láminas de cristal, despojando así los atributos tecnológicos y liberando el instrumento de radio del pesado traje que se usaba para vestirlo, disfrazándolo como un mueble de madera. El radioobjeto encaja entonces en el cristal que le servía de soporte, pero sobre todo para exponer sus mecanismos, para hacer visible lo que siempre había estado oculto, minimizando el "contenedor" para enfatizar el "contenido". Aunque posteriormente elaborado en varias versiones similares entre 1938 y 1940, la radio móvil se ha convertido en un objeto-símbolo de la búsqueda constante de la desmaterialización de los objetos, de esa puesta en valor del “vacío” que persigue Albini en su idea de diseño, lo que parece poéticamente abstracto del contexto cultural imperante en aquellos años.