El tema del tubo curvo, que en este caso se convierte en un pasamanos infinito, nos introduce en lo que probablemente representó uno de los proyectos más interesantes sobre la relación entre "diseño" e "interiores" creado por Albini, a saber, el "mobiliario". para las estaciones de la Línea 1 del Metro de Milán (1962-1964), diseñado con Franca Helg, Antonio Piva y con gráficos de Bob Noorda. En este proyecto de interiorismo arquitectónico a escala urbana, el problema era involucrar masas de usuarios en varias direcciones y con el mínimo de fricción y dispersión. Pasamanos y equipamientos funcionales quedan suspendidos de su anonimato, transformados en señales y desprendidos con extrema claridad y elegancia de la pared, para actuar como líneas sustentadoras de un diseño muy nítido, que marca una precisa formación y modulación espacial, como una huella que define y multiplica los espacios.