Ciertamente no son pocas las cerámicas realizadas por Ferruccio Mengaroni, pero la Medusa es sin duda la más famosa y fascinante. La gran mayólica, cuyo diámetro supera abundantemente los dos metros, ahora encuentra su lugar a lo largo de la escalera que conduce a los Museos Cívicos de Pesaro. Está ahí, de perfil, como para una emboscada, como si a propósito quisiera mandar su corazón a chocar contra el bocio. Y en definitiva, será por la habilidad empleada por Ferruccio Mengaroni que parece dar vida a la Medusa, por el tema representado en sí mismo, o quizás por la increíble historia de la obra: es que basta una mirada para sentir una serie de escalofríos en la espalda. , para tener la sensación de que un pequeño insecto ha confundido nuestra columna vertebral con su patio de recreo y se divierte mucho paseándolo, primero de un lado a otro. En la repetición.