Consideradas como parte del mismo políptico, originalmente flanqueadas por pilares con beatos franciscanos esparcidos ya en el siglo XVIII, las tablas fueron realizadas, quizás por encargo de Alfonso de Aragón, entre 1444 y 1446 para la basílica franciscana de San Lorenzo Maggiore en Nápoles, de donde fueron trasladados al museo respectivamente en 1922 y 1808. Colantonio fue el primero en pintar el panel inferior que representa al anciano San Jerónimo liberando la garra del león de una espina, que se convirtió, por gratitud, en su amable compañero.