La Piedad Mantegazza -llamada así porque la crítica la atribuyó durante mucho tiempo a los hermanos Mantegazza, aunque en los últimos años se ha acercado al taller de Giovanni Antonio Amadeo- es un relieve de la más alta calidad técnica y formal. Antonio y Cristoforo Mantegazza son dos personalidades muy famosas del siglo XV, dedicadas a la decoración de la fachada y los claustros de la Certosa di Pavia, son llamados en 1473 para desarrollar la estatua ecuestre de Francesco Sforza, más tarde diseñada por Leonardo. El edículo de la Pietà fue creado para decorar la fachada del antiguo Hospital S. Matteo, ahora correspondiente al frente que da a la Piazza Leonardo del Aula de la Universidad de Pavía del siglo XV, donde se encuentra una copia. En el interior del relieve se insertan las figuras de Cristo muerto apoyado sobre el sepulcro, de María a la izquierda y de San Juan a la derecha; que destacan en un pequeño espacio con los refinados marcos del quiosco. Las figuras se caracterizan por abundantes mechones de cabello, barbas puntiagudas, manos largas y flacas, ojos entrecerrados y bocas abiertas que parecen gritar. Los dos escultores crean un prototipo bien definido con personajes fisionómicos propios plasmados con gran realismo, que consigue transmitir una fuerte sensación de dolor, capaz de llegar a una sugerente fantasía dramática. El marco de terracota está acompañado, abajo, por una losa de mármol con una inscripción conmemorativa, destinada al Hospital de la Pietà, primer nombre de la fundación del Hospital S. Matteo. En esta obra capital de la escultura lombarda del siglo XV se reconocen referencias al lenguaje que van desde Mantegna hasta los maestros ferrareses, superando los límites de la costumbre narrativa, y marcando una forma de hacer escultura que consigue efectos de gran participación emocional.