La obra fue vista por primera vez por la pareja Cerasi en 1985 como parte de la retrospectiva dedicada al maestro, organizada en el Palacio Braschi. Los pequeños acróbatas representan una de las obras clave en la producción de A. Donghi en el contexto de la nueva figuración y las atmósferas flamencas aquí evocadas: la influencia de Balthus y la atemporalidad de la representación dan a la imagen una ambivalencia subyacente visible en la mirada cristalizada de los dos jóvenes protagonistas.