Anselmo Bucci es uno de los pintores más importantes representados en las colecciones del museo: natural de Fossombrone, vivió la mayor parte de su vida en Monza, donde dio sus primeros pasos como pintor y donde murió en 1955. El pintor tocaba una tecla protagonismo en la experiencia del Novecento Italiano, que fundó junto con Dudreville, Funi, Sironi, Oppi, Malerba y Marussig pero de la que salió en 1929, continuando sus investigaciones de forma independiente. El cuadro representa a un Anselmo Bucci maduro y plenamente consciente del papel que ahora asume en el panorama del arte italiano de aquellos años: se representa a sí mismo dentro de un óvalo de tres cuartos, como artista, con una mirada decidida y confiada. Al fondo, indefinido pero iluminado a la izquierda por una ventana, se reconoce una figura femenina.