La urna funeraria está decorada en toda su superficie con una escena de banquete. En el personaje representado de espaldas quizás se pueda reconocer al difunto, al que un comensal y un sirviente dirigen un gesto supersticioso de conjuro: quizás sea una referencia al banquete celebrado por la familia del difunto en el noveno día siguiente al entierro, al final del período de luto.