Se trata de una pieza de buena factura, que imita la forma original centro-itálica con bastante fidelidad, y reproduce incluso con detalle las dos ranuras oblicuas que flanquean la vertedera. El borde forma en su inicio un ángulo casi recto con el exterior de la pared, para doblarse e inclinarse más en su extremo final. El mortero por sus dimensiones corresponde a un mortarium cubitale. El fondo, no conservado, sería horizontal. Sobre el borde ha recibido un sello con la marca del fabricante.
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