Entre el rico mobiliario escultórico de la basílica de San Salvatore, destacan por su refinamiento y precisión dos losas trapezoidales de mármol de Proconnesia, que representan dos pavos reales. Si bien una losa nos ha llegado intacta, solo se poseen unos pocos fragmentos de la otra. La obra es rica en valores simbólicos, según una iconografía recurrente en la Alta Edad Media y de origen paleocristiano, que atribuye al pavo real el significado alegórico de la resurrección e inmortalidad del alma. Las vides que las rodean son tradicionalmente reconducidas al símbolo de la Pasión de Cristo. Los estudiosos creen que las dos losas sirvieron como parapeto de las escaleras de acceso a un ambón, ubicado en el interior de la iglesia, que era apto para leer textos sagrados y recitar homilías.