La losa llegó al Castillo Sforzesco en 1926 procedente de la iglesia de Santa Maria Beltrade, que fue demolida tras las obras que afectaron a la plaza homónima situada cerca de via Torino. La obra presenta, dentro de un marco con molduras lisas, los símbolos alados de los evangelistas representados en el acto de sostener un Evangelio abierto cada uno. Una representación gráfica compleja caracteriza los detalles del plumaje de las alas, la melena del león, los pliegues lineales de la túnica del ángel y el motivo de escamas en el cuerpo del águila. La clara definición de las curvas de nivel y la gradación de los espesores del relieve se combinan para resaltar el efecto plástico de las figuras simbólicas de los evangelistas. Junto a la losa con la procesión de la Virgen Idea (n.º inv. 630 bis, sala VI), que pertenecía al mismo lugar de culto, la obra es un importante testimonio iconológico vinculado al lenguaje románico del valle del Po. Tras la restauración (2006) es posible adelantar la hipótesis de que la losa con los símbolos de los evangelistas sirvió de arquitrabe quizás para la entrada principal de la iglesia; la datación se sitúa dentro de 1130.