La bocina de correos era un instrumento de viento utilizado por los mensajeros postales para señalar la llegada del correo. Esta herramienta puede describir la actividad de entrega de correo desde el siglo XVI hasta el siglo XIX y específicamente el trabajo realizado por el Tasso en la transmisión de cartas, documentos y paquetes pequeños. En el sistema organizativo de la transmisión de información entre los siglos XV y XVI, la familia Tasso se consolida gestionando el correo de los Habsburgo al servicio de personajes como el emperador Maximiliano I de Habsburgo y Carlos V. La familia se encuentra así organizando la servicio postal para los emperadores en un territorio cada vez más extenso, que cubría casi toda Europa. Gracias a los grandes recursos económicos que los emperadores pusieron a disposición de los tasso, los taxi mensajeros pudieron organizar un servicio de entrega basado en carreras de relevos para las que el mensajero y el caballo, tras recorrer un máximo de 20 km, debían ser sustituidos. La operación se llevó a cabo rápidamente, porque el administrador de correos, el dueño de la oficina de correos, ya había arreglado el cambio. Esto sucedió porque el correo, cuando se acercaba a la estación de correos, tocó la bocina del correo, el administrador de correos reconoció el sonido y preparó el caballo, el correo y la correspondencia para el cambio. El cuerno de correos se identifica con la rapidez del servicio realizado por el Tasso: una carta de Bruselas a París, en 1516 en verano, se entregaba en un día y medio. Además, detrás de esta herramienta está el mundo organizativo de la empresa Tassian y de la modernidad con la que se asoció a la familia. Los Tasso se definieron como los organizadores del moderno sistema postal europeo, tanto por la rapidez con la que organizaban los intercambios, como por la capacidad organizativa de un servicio gestionado como multinacional, y porque, por primera vez, los lugares, los días y la estabilidad horas de salida y llegada de la oficina de correos. Los Tejones unieron Europa a través de la comunicación en tiempos desprevenidos y el cuerno de correos, todavía símbolo de la oficina de correos en muchos estados europeos, cuenta todo esto.