Institución emblemática de la caridad en Milán a fines del siglo XIX, el Pio Albergo Trivulzio había sido objeto de atención por parte de Angelo Morbelli ya en 1883. El tema de la vejez y la soledad debía concordar especialmente con un ambiente cerrado, reflexivo y melancólico. Temperamento como el de Morbelli, fascinado por los ambientes silenciosos y melancólicos de las casas de beneficencia, por seres humildes, doloridos entre los recuerdos de una juventud lejana y la expectativa de la muerte inminente. Recuerdo que cuando era niña (Entremets) se expuso en la Bienal de Venecia de 1903 junto con otros cinco cuadros concebidos como un solo ciclo titulado Poema della Vecchia Age. Completamente elaborado en la sede histórica de Trivulzio, el lienzo representa un momento de la vida en la comunidad, los antiguos invitados, todos reunidos en la mesa, están absortos en sus recuerdos, en un aislamiento silencioso. Un tema que ya había atraído al pintor. Las figuras se insertan en un contexto perspectivo muy estudiado que amplía los espacios del refectorio femenino con efectos del sol sobre las paredes blancas empapadas de la luz que penetra desde la ventana del fondo.