Cuando a principios del siglo XIX intelectuales de toda Europa, durante el Grand Tour, comenzaron a explorar los alrededores de Roma en busca de vistas pintorescas y nuevas fuentes de inspiración, el pueblo de Anticoli Corrado fue uno de los descubrimientos más interesantes, especialmente para artistas Además del paisaje y la arquitectura característica, los pintores quedaron fascinados por los habitantes, tanto por la belleza y la facilidad para posar, como por la proverbial hospitalidad. Así fue que, sobre todo a partir de finales del siglo XIX, un número cada vez mayor de artistas se alojaron allí, alquilando estudios por periodos más cortos o más largos en los que trabajar lejos del caos de la ciudad. La fama de Anticoli Corrado "pueblo de artistas" intrigó a muchos artistas de gran talla, entre ellos, por citar algunos, Arturo Martini, Pablo Picasso y Marcel Duchamp, que fueron allí por primera vez en 1925, antes de regresar al 1965. Entre las décadas de 1920 y 1930, el nutrido grupo de artistas residentes en Anticoli Corrado sintió la necesidad de agradecer al pueblo la acogida recibida donando al Municipio una obra realizada in situ: así nació el primer núcleo de la colección Civico. de Arte Moderno y Contemporáneo, inaugurado en 1935 por el ministro Giuseppe Bottai.